¿Qué es el duelo migratorio?
Para responder esta pregunta, tendríamos que empezar por el principio:
¿Qué es el duelo?
Digamos que si simplificamos un poco esta definición (si es que se puede simplificar la definición de un proceso tan largo y doloroso) podríamos decir que el duelo es una situación normal, habitual, ante la pérdida de alguien o algo muy querido y deseado por nosotros que ocasiona un gran sufrimiento. No se trata en sí de una patología, es una reacción normal al dolor producido por la pérdida. Supone un proceso de aceptación de la pérdida que requiere experimentar emociones negativas, recolocar emocionalmente el objeto perdido y ser capaces de continuar con nuestra vida.
Si esto es el duelo: ¿Qué es el duelo migratorio?
El duelo migratorio es el proceso de elaboración de las pérdidas que vienen acompañadas del proceso de migrar. Si bien en un proceso de migración elegida, no forzada, podemos tener muchas expectativas puestas en el nuevo destino, ya sean económicas, sociales, espirituales, etc. Lo que dejamos atrás constituye una pérdida que, en la mayoría de los casos, conllevará un duelo.
¿Me tengo que ir a otro país para vivir el duelo migratorio?
¿Si me voy de Buenos Aires a Salta o de Villazón a La Paz o de Bogotá a Medellín puedo experimentarlo?
Puede existir duelo migratorio en migraciones cortas, porque en definitiva uno deja atrás una historia elaborada en un lugar y se prepara para vivir en un lugar nuevo, con sus costumbres, comidas, formas de hablar, clima, etc. Es un proceso que es más fácil de ver en personas que migraron a países diferentes donde los cambios son muy grandes, pero que también se da en las personas que experimentan cambios muy grandes aun migrando dentro del mismo país.
Etapas del duelo migratorio
Existen diferentes etapas que pueden atravesar les migrantes que están en esta situación. No todas estas etapas se dan siempre, ni exactamente en este orden, pero es probable que si eres migrante, puedas identificar que te encuentras o que has pasado por alguna de estas etapas.
Luna de miel
Esta etapa se refiere a las grandes expectativas que ponemos en el lugar de destino, idealizamos el lugar al que vamos, creemos que vamos a tener mucho éxito, ganaremos mucho dinero, haremos amigues, pareja, aprenderemos rápidamente el nuevo idioma y vemos que todo lo que nos espera es maravilloso.
Choque cultural o etapa depresiva
Nos empezamos a enfrentar con la realidad y vemos que la idealización anterior se empieza a caer, nos damos cuenta que aprender el idioma no es tan fácil como creíamos, se nos hace difícil conseguir lugar para vivir, no nos entendemos del todo bien con la red social, no podemos trabajar en nuestra profesión porque la homologación de nuestro título se vuelve un proceso eterno, nos cuesta adaptarnos a las costumbres, percibimos sensaciones de rechazo, etc.
Adaptación o aculturación
Superamos los inconvenientes anteriores, sorteamos algunos problemas e incorporamos la nueva cultura a nuestra vida. Nos adaptamos a la nueva realidad que fuimos a buscar.
Rechazo de la cultura original
Esta etapa no siempre se da, pero cuando se da genera que la persona rechace la cultura de la que viene y adopte por completo la cultura del destino. Niega toda la cultura de la que vino.
Migración elegida vs migración forzada
Todo esto de lo que hablamos respecto del duelo migratorio, lo estamos tomando en cuenta desde la perspectiva de una migración elegida, buscada, cuando tenemos la expectativa de vivir cosas diferentes o de adquirir una mejora económica, o conocer otros destinos, otra gente, otras culturas. Muy diferente es cuando no elegimos migrar y nos tenemos que ir de nuestro país por una situación bélica, por regímenes dictatoriales, por catástrofes sociales, etc. A esas temáticas le dedicaremos otras páginas.
Reflexión final
Si bien, como ya dijimos antes, el duelo migratorio no es una patología, es una situación que nos pone a prueba y nos puede hacer atravesar sentimientos muy diversos. Que hayas elegido migrar, no quiere decir que tengas que sentirte siempre bien y feliz de la decisión, puede ser que dudes, te inquietes o que incluso te arrepientas y sería algo completamente normal y natural.
Si te sientes identificade con algo de lo que leíste y te gustaría hablarlo con une profesional, puedes contactarnos para que lo trabajemos juntes.